La mayoría de las personas que se en cargan de los cuidados de los Adultos Mayores no están preparadas para afrontar este tipo de situación si tomamos en cuenta que los cuidadores primarios son sus familiares, generalmente sus hijos.

Cuando un cuidador carece de aptitudes para ser el encargado de los cuidados de otros, la salud tanto del cuidador como del adulto dependiente se van deteriorando rápidamente. Para evitar poner en riesgo la salud del Adulto Mayor y de un cuidador emergente no capacitado hay algunas características básicas que debes conocer, ya sea para decidir si tú eres una persona adecuada para brindar cuidados o para contratar a alguien que realice esta actividad:

13

• Ser una persona psicológicamente estable. Eso es fácil de detectar: hay control de los impulsos, sus emociones son genuinas, tiene estabilidad en sus relaciones, su vida no está llena de quejas y tragedias, etc.

• Tener relaciones sociales constantes y permanentes. No basa su vida en el cuidado al Adulto Mayor, tiene sus tiempos personales y es capaz de separar sus emociones individuales de lo que es correcto o ioncorrecto, por lo que no mezcla su vida personal con su trabajo.

• Poseer una gran empatía con la condición de dependencia del Adulto Mayor.

• Ser una persona que sienta satisfacción de ayudar a los demás. Pon atención en que el cuidador tenga la vocación de ayudar a los demás y que no lo haga exclusivamente porque no tiene otra opción para sobrevivir.

• No tener una historia conflictiva con la persona que se va a cuidar. Para evitar que surjan situaciones de violencia del cuidador hacia el Adulto Mayor debido a remembranzas de situaciones del pasado.

• Poseer un estado de salud suficientemente saludable. No tiene sentido tener un cuidador que siempre está enfermo o con dolencias de todo tipo, al final se convierte en una carga más.

• Tener algún tipo de capacitación sobre las necesidades del Adulto Mayor, pero también sobre cuidados de salud como manejo de emergencias o signos de alerta. Así, puedes estar seguro de que, aunque no tenga la preparación de un profesional, sí sabrán como actuar con eficacia y eficiencia.

• Tener la honorabilidad suficiente para hacerse cargo de cuestiones económicas y financieras.

Con las sugerencias anteriores serás capaz de identificar si estás capacitado realmente para cuidar de un Adulto Mayor con dependencia o si la persona que se encarga del cuidado de un familiar o de ti mismo está cualificado para hacerlo.